domingo, 21 de novembro de 2010

Sabina situación dos, opción b

Y regresé a la maldición del cajón sin su ropa.
Volviéndome loco.
Yo apenas prometía no agobiarla.
Ay, cuánto la quería!
El portazo sonó como un signo final de interrogación:
Qué decides?
Era mi princesa de frente alta y ojos tristes.
Era mi alimento.
Ella quería poco, ella tenía razón. Ella no pedía siquiera
dos veces por semana, quería poder decir volvamos a empezar
muchas muchas veces.
Y yo preguntándome si moriría por ella.
Por ella. Por qué.
Porque amor que no mata muere?
Y cuando muera escucharé por qué lo hizo,
y tendrá sentido. Quedaré mirándome a un espejo,
y viendo alguien para quien aquello tendrá sentido.

Contigo

Será que choveu em Paris?
Será que a gente correu se proteger em uma portada?
Será que a gente se beijou com o rosto ainda cheio de chuva?
Será que a igreja estava branca e os meus e os seus, será
que havia meninas com laços e flores?
Será que eu te dei um anel?